El conflicto se inició el 31 de diciembre de 2013, cuando un camión de mudanza intentó llevarse mobiliario de la escuela y documentación de los alumnos, sin previo aviso, por el desalojo dispuesto por la justicia en el marco de un litigio de dos sociedades anónimas.
La entonces abogada del Colegio Guido Spano, Andrea Cruz, fue quien dio la noticia el 2 de enero: "el edificio fue vendido hace cinco años y la sociedad anónima dueña del colegio siguió alquilando el inmueble hasta que venció el contrato”. Aclaró además que “no hubo otra alternativa, se buscó otro lugar en la zona y lamentablemente no se encontró uno para abrir el colegio en otro lugar".
Desde ese momento, docentes, no docentes y padres comenzaron a debatir formas de continuidad, para no dejar en la calle a 58 trabajadores y sin lugar de estudio a los 350 alumnos que concurren a la institución en sus tres niveles, jardín, primario y secundario. Los medios de comunicación rápidamente se hicieron eco de la grave situación, y mostraron cobertura general durante las distintas etapas que vivieron los trabajadores.
Apenas la noticia fue difundida, la secretaria general de SADOP, Seccional Capital Federal, María Fernanda Benítez, junto a miembros del Consejo Directivo, tomaron contacto con los trabajadores del colegio, para brindarles su apoyo, contención y para orientarlos acerca de los pasos a seguir.
La prioridad en ese momento era lograr el cobro de los salarios en tiempo y forma; y el total de las indemnizaciones. Participamos de reuniones en la Dirección General de Educación de Gestión Privada -DGEGP-; así como también en el Ministerio de Educación porteño, con el titular de la cartera, Esteban Bullrich, quien garantizó el aporte gubernamental en el caso de que se decidiera continuar con la Institución a través de una Cooperativa de Trabajo. Allí comenzó a gestarse esta nueva organización, con el fin de continuar con el proyecto educativo.
La idea se consolidó cuando los trabajadores de la institución y miembros del sindicato nos reunimos con autoridades del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social -INAES-. El presidente del Organismo, Patricio Grifrin ofreció todo el apoyo técnico y político para avanzar con la creación de la Cooperativa; y auguró un proceso positivo en la medida que fuera acompañado por SADOP. Contó además, experiencias favorables llevadas a cabo en articulación con gremios.
Con este escenario, el 8 de enero se realizó una asamblea docente en nuestra seccional para debatir la conformación de la cooperativa. Estuvieron presentes la legisladora porteña María Rachid, quien había acompañado el proceso desde el comienzo, el Subsecretario del Ministerio de Trabajo nacional, Eduardo Montes, representantes de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar), miembros del consejo directivo de SADOP, Seccional Ciudad de Buenos Aires y representantes del INAES, que ofrecieron una capacitación acerca de los alcances y características de este método de Trabajo. Respondieron a las dudas, preguntas, y temores de los compañeros frente a este nuevo desafío.
Luego de varias horas de reunión, se hizo la presentación formal de las autoridades de la Cooperativa Guido Spano. Es importante remarcar que la conducción -Presidente, Secretario y Tesorero- está integrada por docentes, y que todos los presentes decidieron ser miembros de la misma, esto es, la decisión de conformar la Cooperativa se tomó por unanimidad. Sin lugar a dudas, se trató de un momento definitorio y emocionante para todos los que estuvimos allí.
"Para nosotros significa continuar con las fuentes de trabajo y por eso es clave poder suministrar apoyo en este proceso, que es una nueva forma de organización, ya que ahora, de empleados van a pasar a ser miembros", sostuvo en declaraciones a la prensa María Fernanda Benítez, Secretaria General de SADOP CABA.
Nuestro trabajo continuó los días posteriores con varias audiencias llevadas a cabo en la Sub-Secretaría de Trabajo de la Ciudad, para reclamar el pago de indemnizaciones justas, tal como establece la ley.
A su vez, brindamos la sede del Sindicato como un espacio de reunión a disposición de los docentes, hasta que se resolviera la situación edilicia del Colegio. Recordemos que éste seguía cerrado, y que los miembros de la Cooperativa no contaban con la llave del mismo.
Finalmente, la primera semana de marzo la Cooperativa de Trabajo Guido Spano abrió sus puertas y comenzó a dictar clases con normalidad. El colegio, que cuenta con más de 90 años de antigüedad, escribía una nueva página en su historia, con el apoyo de los trabajadores docentes, no docentes, padres y alumnos. Y con el orgullo de quienes, como SADOP CABA, acompañaron el proceso que devino en esta nueva forma de gestión, la gestión de los propios trabajadores.