A partir de una demanda específica de delegadxs y referentes de SADOP Ciudad de Buenos Aires y la posterior extensión en el Plan Sarmiento a establecimientos educativos de barrios populares para que sus alumnxs reciban netbooks durante la pandemia, la fuerza militante y la acción gremial lograron conformar un círculo virtuoso que redundó en el restablecimiento del derecho inalienable a la educación.
En el campo de la acción sindical, los pactos comienzan a cumplirse cuando se materializan en la realidad, cuando desde el sustrato simbólico que supone un compromiso entre partes se arriba a un determinado hecho que se refrenda en la práctica; cuando, en definitiva, desde un acuerdo se llega a una acción concreta que repara una necesidad y visibiliza un derecho. Esto es lo que está sucediendo en pleno contexto sanitario, donde justamente a propósito de la irrupción de la pandemia, lxs docentes y equipos de conducción de las escuelas de gestión privada de algunos barrios populares lograron que sus alumnxs estén comenzando a recibir netbooks a fin de lograr restablecer la conectividad, imprescindible durante el período conocido como de ASPO (Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio).
Si bien muy a cuentagotas y de manera extemporánea dado que las primeras entregas de computadoras portátiles comenzaron a realizarse a fines del mes de agosto, la iniciativa del Ministerio de Educación de CABA no hubiese sido posible sin la intervención oportuna, tanto de delegadxs y referentes de SADOP que militaron de forma incansable la posibilidad de ampliar esa entrega al universo de alumnxs de establecimientos pertenecientes a los diferentes barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires.
SADOP CABA recogió la demanda de estxs trabajadorxs y la fijó como prioritaria en la agenda de acciones gremiales que se vienen desarrollando desde el inicio de la cuarentena, donde la organización nunca perdió contacto con el conjunto de sus afiliadxs y referentes. Fue así como, a través de la Resolución 17/2020, el Ministerio de Educación de la Ciudad habilitó a la entrega en comodato de computadoras a través del denominado Plan Sarmiento “a estudiantes que se encuentren en situación de vulnerabilidad socioeconómica, que asistan a escuelas de Nivel Primario y Secundario de Gestión Privada con cien por ciento (100%) de aporte gubernamental y siempre que se encuentren ubicados en el interior de los barrios populares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o en un radio de ocho (8) cuadras de dichos barrios, a excepción de los establecimientos de cuota cero, que no cuenten con dispositivos tecnológicos en sus hogares” según se expresa en sus considerandos. El Plan Sarmiento supone mejorar la calidad educativa con igualdad de oportunidades y posibilidades, y favorecer la inclusión socioeducativa para quienes estén por él alcanzados; ello redunda en la provisión de equipamiento, soporte técnico y mantenimiento y demás aprestamientos para lograr satisfacer las demandas de alfabetización digital.
Acciones reparadoras
A medida que las primeras netbooks comenzaron a llegar a los distintos alumnxs pertenecientes a barrios populares, los testimonios –en general auspiciosos aunque todxs manifiestan una marcada mora- de lxs delegadxs y referentes de SADOP Ciudad de Buenos Aires pudieron dar cuenta tanto del alcance, cobertura como del universo hasta el momento comprendido en entregas efectivas. En este sentido, al instante se estableció una verdadera red de reportes acerca del volumen de envíos para cada una de las instituciones, llevado adelante una vez más gracias al trabajo militante de lxs propixs delegadxs y referentes.
Federico Ojeda, referente del Instituto Virgen Inmaculada del Barrio Ramón Carrillo (Villa Soldati) informó que, al día lunes 07/09, se habían entregado más de veinte netbooks, mientras que aún están en lista de espera otras 78 solicitudes de beneficiarios que completaron el formulario pero que aún no les han respondido. Ojeda observó que “este es el resultado de una lucha conjunta, sinérgica, comprometida y constante, de lxs docentes que trabajamos en los barrios vulnerados, organizadxs en SADOP CABA. Esta lucha sigue, ya que se deben garantizar la conectividad, la continuidad de la Educación, y el cuidado de la salud de nuestros chicxs y la de sus familias. A pesar de que las políticas de Larreta quieran doblegarnos en plena pandemia, seguimos comprometidos por una Educación pública de gestión privada de calidad, y realmente inclusiva”.
Por su parte, Juan Cordeiro, referente del Colegio Madre del Pueblo que funciona dentro de la Villa 1-11-14, informó que durante el mes de septiembre se entregaron seis netbook por semana aproximadamente hasta que se completen la totalidad de solicitudes. Pero se hizo por familia, hecho que definió como “muy poco eficaz a la hora de conectarse para las clases virtuales” dado que obliga a los miembros del núcleo familiar a compartir la computadora en los casos –muy comunes, por otra parte- de composición numerosa.
Asimismo, en el Instituto Santa Teresa de los Andes de Chacarita comenzaron a entregarse netbooks y ya se entregaron a más de 20 familias.
En igual sentido, en el Instituto Filli Dei del Barrio Carlos Mugica, en lo que va del mes de septiembre se entregaron netboks lxs alumnxs de 1° a 4° grado.
Por último, Mariana Ravallo, referente del Instituto Caacupé de la Villa 21-24, confirmó que “seis de los 78 chicxs están a la espera inmediata de los equipos mientras que el resto aún se encuentra en estado de verificación documental”.
Más allá de las diferentes realidades y problemáticas propias de cada uno de los establecimientos educativos y sus especificidades para la obtención de un dispositivo tecnológico, la acción representa un verdadero ejemplo de militancia sindical. Así, desde un propósito específico por parte de sus delegadxs y referentes para modificar una realidad que consideraban injusta, la demanda fue debidamente interpretada por lxs representantes de la organización gremial quienes, a su vez, lograron revertir esa situación ampliando derechos extendiendo una disposición ministerial a destinatarios que hasta ese momento no habían sido alcanzados, restituyendo en este caso el ineludible derecho a la educación de todxs lxs niñxs en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Este es un primer gran paso, aunque aún quedan dificultades que impiden garantizar la educación de todxs los estudiantes de las escuelas de los barrios populares. La falta de conectividad y acceso a internet para realizar las tareas es la más urgente. Seguimos construyendo organización a fuerza de militancia, para derribar cada uno de estos obstáculos, con la mirada puesta en una educación popular que garantice la justicia social.
Trabajadorxs Docentes
de Barrios Populares en SADOP Capital