Era una cuenta pendiente. Las compañeras docentes de gestión privada de la Ciudad de
Buenos Aires que pertenecemos al Sadop nos encontramos en lo que fue un gran paso en
lo que respecta a la institucionalización del espacio de géneros en nuestra organización
sindical. El viernes 26/3, culminando un mes pleno de actividades en la agenda feminista,
las compañeras del Sadop CABA nos juntamos para reflexionar colectivamente en torno al
intercambio de nuestros procesos y recorridos feministas que encuentran en el sindicato un
espacio común que habitamos como militantes, docentes, mujeres y diversidades.
Camino que fuimos haciendo las mujeres a lo largo de la historia , Historia que nos
concierne y nos define.
El encuentro estuvo estructurado en tres momentos. Una apertura, donde presentamos la
idea general del mismo y las consignas para trabajar. Un segundo momento de trabajo en
comisiones, que posibilitó la abierta circulación de la palabra, la certera posibilidad de
escucha y el intercambio de miradas. Y finalmente, el momento del cierre, donde cada
comisión expuso lo trabajado.
Un camino de procesos y recorridos diferentes.
Sabemos que la historia se construye de manera colectiva por eso durante el encuentro fue
preponderante la idea de la reivindicación de la lucha por nuestros derechos que llevaron
adelante tantas compañeras que nos precedieron dando pelea en cada ámbito donde
tuvieron la oportunidad de hacerlo. En este sentido algo que surgió de manera recurrente
fue la idea de deconstrucción, que nos interpeló en diferentes momentos de nuestras vidas,
bajo distintas circunstancias y que marcó en cada una recorridos particulares. La crítica
como campo de transformación, el cuestionamiento como herramienta de elaboración de
nuevas formas de pensar, de vivir, de crear, de enseñar, de organizarnos, de hacer política.
La puesta en común de nuestros procesos y recorridos permitió que puediéramos mirarnos
entre nosotras. Poner en palabras nuestra historia, nuestros deseos y nuestras prácticas
nos permitió reconocernos como compañeras en nuestra identidad de docentes de gestión
privada y sabernos acompañadas, reconociéndonos como sujetas constructoras de la
realidad. .
El patriarcado como cultura que nos atraviesa y en la cual estamos inmersas hace que nos
tengamos que plantear el desafío permanente de hacer consciente lo inconsciente. Proceso
no individual , que se hace en el reflejo de lo que otrxs hacen, se siente en la empatía de lo
que otrxs sienten y se construye validez sobre la propia experiencia al tiempo que se valida
la experiencia del colectivo. Un desafío que implica no naturalizar discursos de
subestimación hacia las mujeres y diversidades y sabernos capaces de disputar poder en
los ámbitos en donde nos desempeñamos.
Tememos a aquellos que nos impone una dicotomía entre ser y pertenecer. El temor que
muchas sentimos no es el miedo que se borra sino el que arde en la piel que se vive en el
día a día, que no puede ser olvidado porque la memoria es la fuerza de la acción colectiva.
Miedo que no se olvida, se encarna, se vuelve lucha. Porque es reconocer el riesgo de ser
mujer, ser “el segundo sexo”, lo otro, y las otredades de todo lo que no entra en el binarismo
que jerarquiza lo masculino por sobre lo femenino.
El sindicato, como muchas de las instituciones de nuestra sociedad está siendo atravesado
por este nuevo momento de lucha en la historia de los feminismos y nos toca a nosotras,
compañeras, ser protagonistas. Es un presente que nos presenta la oportunidad de
visibilizar y trabajar con las problemáticas que venimos viviendo hace años.
Un camino de agenda común.
Consolidar acuerdos en torno a nuestros debates y a nuestras concepciones de feminismo
popular desde nuestra identidad docente es lo que nos proponemos tejer. Espacio político
que tiene como objetivo proponer líneas de trabajo y de acción que sean agenda de
intervenciones en nuestro lugar de trabajo y militancia: las instituciones educativas y
nuestra organización sindical .
Porque cuando avanzamos, AVANZA Y CRECE LA ORGANIZACIÓN sindical , las
esperamos en los encuentros venideros.
Alejandra M. Lopez
SADOP Capital