Participar de una protesta no puede ser una decisión que pone en riesgo la vida. Ayer, como ya ocurrió de forma lamentable bajo la administración de Horacio Rodríguez Larreta, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, las/os porteñas/os se encuentran ante una situación que a la vez conmueve y moviliza.
Morir por participar en una protesta no tiene nada que ver con la vida democrática. Estas acciones policiales violentas no pueden separarse del ataque y la estigmatización permanente de parte de sectores políticos contra quienes ejercen derechos democráticos fundamentales consagrados por la Constitución Nacional.
La muerte de todo ciudadano debe esclarecerse y por ello las autoridades gubernamentales de la Capital deberán dar un mensaje claro y contundente de que esto no puede pasar en la Argentina, cuyo escenario actual encuentra a la brutalidad policial alimentada diariamente con discursos de odio y mano dura y donde se pide más represión contra quienes cortan rutas o calles, reclaman o son simplemente pobres.
Ante este escenario, SADOP CAPITAL pide el cese de la violencia institucional y que el Gobierno de la Ciudad tenga empatía con los trabajadores y los sectores más necesitados.
Secretaria de Derechos Humanos
SADOP CAPITAL FEDERAL