La Intersindical de Cultura y la Seccional Capital Federal de SADOP realizarán el domingo 24 de septiembre a las 15 el encuentro “Más cultura siempre” desde el teatro, la literatura, el cine, el circo, los títeres, el ensayo, la poesía, lucharemos contra esas corrientes autoritarias. El evento se realizará en Avenida Corrientes y Montevideo.
Artistas y trabajadores de la cultura luchamos por más democracia, con más cultura, más libertad, más arte, más participación, más derechos. Porque a las grandes dificultades que atraviesa nuestro país se le han sumado serios riesgos para nuestra democracia.
Sabemos muy bien cuáles son los logros y las deudas de la Democracia. Construimos un país con elecciones libres y respeto a los derechos individuales. Nuestra esperanza y nuestra lucha es construir un horizonte de mayor certidumbre para las grandes mayorías, de reducción del hambre y la pobreza. La construcción de ese país que soñamos será sobre la base de lo logrado, nunca con destrucción y autoritarismo.
Queremos que la democracia política sea también una democracia económica. Que los derechos sociales fundamentales tengan la misma vigencia que el derecho al voto.
Por eso tomamos la palabra y hacemos oír nuestra voz. NECESITAMOS MÁS DEMOCRACIA, NO MENOS DEMOCRACIA.
Allí donde los poderes están demasiado concentrados, allí aún la democracia no llegó plenamente. Necesitamos expandirla. Construir una democracia vibrante.
Expulsar a la violencia política de la vida social es lo mejor que hemos hecho en estos 40 años. Con inmensas luchas populares dejamos atrás a la Argentina de la impunidad.
Esa es la base de la convivencia.
Cuando algo no funciona bien, la solución no es su destrucción. Es la reparación.
Rechazamos enérgicamente que se utilice en campaña electoral un lenguaje de violencia, de impedir la protesta, de todo o nada. Ese lenguaje puede provocar daños irreparables.
Cuando se agitan fantasmas del apocalipsis, cuando se celebra la explosión de una bomba o la política como motosierra, nosotros nos unimos más que nunca para defender la vida y la democracia, la paz y la convivencia plural. Cuando se avivan con exuberancia fantasmas de represión política, de machete y balas para quien levante la voz o decida protestar, es cuando más nos movilizamos por la única libertad que existe: la libertad de que todos digamos lo que queramos, y que las decisiones democráticas surjan de esas controversias. Y nunca, jamás, de amenazas de violencia.
Hoy, aquí, nos atrevemos a imaginar y a soñar. Con más cultura, más arte, más creación, más pluralidad de voces. Más poesía, más ficción y con grandes debates.
Recogemos las múltiples tradiciones culturales que supieron que el arte no es una decoración, sino sobre todo una intervención en los imaginarios culturales.
No hay artes que no difunda el sentido común instituido, o bien que conmocione sensibilidades y que interrogue certezas hegemónicas. Las artes y las producciones culturales son invitaciones a la complicidad de los diferentes sentidos, a un diálogo en todos los lenguajes humanos, a una reflexión sobre quiénes somos, cómo pensarnos, cómo tomar nuestro destino en nuestras manos.
La ultraderecha repite hoy una frase de Margaret Thatcher: “La economía es el método, el objetivo es cambiar el alma”. Vienen a cambiar formas de pensar, de sentir, de celebrar, de amar al otro de los argentinos y argentinas. Vienen a cambiar el significado de la convivencia, de la paz, de los derechos. Viene a derrumbar las bases de nuestra democracia.
Por eso, con el nombre de “batalla cultural” las nuevas fuerzas autoritarias pretenden condenar la libertad de las mujeres, postulan que la desigualdad de género es un invento, así como el cambio climático. Insultan a líderes éticos como el Papa Francisco para acicatear la violencia. Buscan, por sobre todas las cosas, apropiarse de una idea de libertad que es libertad para los poderosos y que los argentinos renuncien de una vez y para siempre a cualquier noción de soberanía. Hoy sobre nuestra moneda, mañana sobre nuestros recursos naturales y nuestro territorio. Por último, sobre nuestra subjetividad colectiva.
Convocamos a los argentinos y argentinas a unirnos por más patria y más democracia.
¡¡¡Más patria y más democracia!!!!