Hoy, 21 de enero de 2025, las Abuelas de Plaza de Mayo confirmaron la restitución de la identidad de la nieta 139, hija de Noemí Beatriz Macedo y Daniel Alfredo Inama, militantes del Partido Comunista Leninista secuestrados en noviembre de 1977. La bebé nació en cautiverio en 1978 en un centro clandestino de detención, y su historia es un testimonio vivo de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.
La restitución de la identidad de la nieta 139 es un paso más en la incansable labor de Abuelas, quienes han recuperado 139 identidades arrebatadas por un plan sistemático de apropiación de menores. Este acto de justicia no solo reivindica la verdad, sino que enciende la esperanza para las familias que siguen buscando a sus nietos y nietas.
Sin embargo, este logro ocurre en un contexto político adverso, marcado por el auge del negacionismo promovido desde los más altos niveles del gobierno. Desde su asunción, el presidente Javier Milei ha relativizado los crímenes de la dictadura, calificando las políticas de memoria, verdad y justicia como “un relato montado por el kirchnerismo”. Su discurso no solo hiere a las víctimas y sus familias, sino que también amenaza con desmantelar las políticas públicas que hicieron posible avances como este.
En reiteradas ocasiones, Milei ha puesto en duda el número de desaparecidos y cuestionado la labor de los organismos de derechos humanos, una postura que representa un retroceso histórico en el reconocimiento de los crímenes de Estado. Al minimizar el genocidio perpetrado por la dictadura, el negacionismo no solo intenta borrar la memoria colectiva, sino que busca deslegitimar la lucha de organismos como Abuelas de Plaza de Mayo, cuya labor ha sido reconocida internacionalmente.
Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas, al anunciar este nuevo logro, recordó: “La lucha por la verdad y la justicia no es solo nuestra, es de todo el pueblo argentino. No podemos permitir que el negacionismo apague nuestra historia, porque ese es el primer paso hacia la repetición de las atrocidades”.
La memoria como resistencia
La restitución de la identidad de la nieta 139 es, al mismo tiempo, un triunfo de la memoria sobre el olvido y una respuesta contundente a quienes intentan negar los crímenes de la dictadura. En un contexto donde las políticas de derechos humanos están en jaque, este anuncio reafirma que la verdad no puede ser silenciada.
El camino de Abuelas sigue siendo un ejemplo de perseverancia y amor frente al odio y la indiferencia. Mientras el gobierno actual intente relativizar el pasado, la sociedad argentina, con cada nieto recuperado, seguirá demostrando que la memoria no es un relato, sino una necesidad para construir un futuro justo y democrático.
Mariano Domino
Secretario DDHH
SADOP Capital Federal