Hermanados en el mismo grito

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Cuando se produce la Revolución de 1943, los trabajadores organizados eran muy diferentes a los del `30. Ya  muchos de ellos eran argentinos de primera generación, la Gran Guerra llegaba en todos los días en los periódicos del momento y compartían angustias con trabajadores de otros lados.

 

El censo de 1941 daba como “Trabajadores Sindicalizados” a 330.681 en la CGT, 26.980 en la USA, 21.500 en la FACE, 40.000 en los Círculos Católicos de Obreros, 118.838 en los sindicatos autónomos y 8.700 en sindicatos sin definición (no figura la FORA).

 

La revolución designa en el Departamento de Trabajo al Coronel Carlos Gianni, que, entre otras cosas, suspende a la GGT Nº 2, sugiere unificaciones y empieza a intervenir sindicatos. El coronel Perón –Jefe de la secretaría del ministerio de Guerra– escucha la palabra de los trabajadores, y entiende que hay que hacer cambios de rumbo. Se hace nombrar en Departamento de Trabajo y, desde el 1º de diciembre de 1943, Secretario de Trabajo.

Como director del Departamento, logra que José Peter levante la huelga del gremio de la carne y que recupere la libertad. Deroga el Estatuto de las Organizaciones Sindicales, recién establecido por el gobierno y el 27 de noviembre surge la Secretaría de Trabajo.

 

La secretaría en manos del Coronel Perón se convirtió en un servicio a la Justicia Social. Surgieron nuevos Sindicatos (la Unión Obrera Metalúrgica, Fotia (azúcar), Vitivinícolas, Madereros, etc). La CGT, pese a las discusiones internas entre socialistas, comunistas y nuevos dirigentes que empiezan a escuchar al Coronel. 

 Entre 1943 y 1945 se firmaron más de 700 convenios laborales, que regulaban salarios, vacaciones, jornadas, condiciones de trabajo, indemnizaciones por accidente o despido, etc.

El decreto 31.655 incorpora al régimen de jubilaciones a  2.000.000 de trabajadores. Se crea el Fuero Laboral, quitando de las manos de los Jueces mayoritariamente conservadores, los conflictos laborales. El Estatuto del Peón desarticula el sistema del patriarcalismo rural. Los trabajadores de servicio doméstico reciben el derecho a vacaciones.

También en 1945 se dicta la ley de Asociaciones Profesionales, que autorizaba a las organizaciones gremiales a ejercer actividades políticas.

Los Inspectores de Trabajo empiezan a recorrer el país y se crean delegaciones en todo el territorio.

Pero la tarea realizada no es mirada con simpatía por muchos. Tanto el Partido Socialista como el Partido Comunista lo veían como enemigo, el Radicalismo, dividido, Estados Unidos decididamente enemigo. La prédica de Braden, embajador de EEUU, era constantemente contra el Coronel. El 16 de Junio de 1945, el “Manifiesto del Comercio y de la Industria”, publicado en los principales diarios, contra la Secretaría de Trabajo, señalaba la posición de la UIA. Por otro lado, los militares pro-alemanes, veían como negativa la declaración de guerra del General Farrell, en la cual se veía la mano del Coronel.

El 8 de Julio de 1945 el General Farrel anuncia la convocatoria a elecciones, lo que provoca una discusión interna en el gobierno. Mientras los trabajadores multiplicaban sus visitas a la Secretaría de trabajo, otros comenzaban a armar el Partido Laborista para que sirviera a la candidatura del Coronel.

 

Las jornadas del 9 al 17 de Octubre son un libro aparte. Pero quiero destacar algunos hechos. El General Àvalos, miembro del  GOU, de formación radical y Jefe del Regimiento de Campo de Mayo, consideraba que le correspondía ser el Presidente.”Renunciar” a Perón  y meterlo preso no fue la mejor idea. El pueblo trabajador y las estructuras de la CGT, tuvieron otra actitud: salieron a la calle, peticionaron, fueron a buscarlo. Sufrieron tiroteos y hubo muertos, pero mostraron su lealtad a quien se había preocupado por ellos. Comenzaba a mostrarse la columna vertebral del Justicialismo.