El despacho de Alejandra López, Secretaria General de SADOP Capital, es luminoso, amplio y sencillo. El cuadro de Eva Perón representa a la atmósfera que se vive en el ambiente. El Primer Encuentro de Mujeres Sindicales despierta las expectativas de propios y extraños. Entonces cada presencia real o simbólica se aleja de cualquier significante vacío.
López lleva años de militancia sindical. Conoce el esfuerzo que implica el trabajo de la mujer en la estructura gremial. Junto a ella, dialogan con AGN, Graciela Vidal y Mara Fenándes, compañeras de SADOP y también Claudia Lazzaro de Curtidores.
Alejandra López nos describe al evento como histórico. Resalta la fortaleza de la conducción del espacio que tiene Vanesa Siley, Secretaria General de SITRAJU. Unos de los objetivos del encuentro es “en el contexto que vivimos, fortalecer las organizaciones sindicales. Fortalecer al Movimiento Obrero”, afirma la Secretaria General de SADOP Capital.
“El objetivo es poder mostrarnos. Somos muchas las compañeras que ocupamos lugares de conducción. Somos muchas las compañeras delegadas de fábricas o que están dentro de Consejos Directivos”, dice, enfática, López. Contrariamente a lo que el sentido común puede propagar en la sociedad, la pertenencia sindical se internaliza en el cuerpo y en la menta como parte de una identidad nacional, popular y peronista. Alejandra, como otras tantas compañeras, lo expresa con vehemencia y sinceridad cuando habla. “El mundo laboral está plagado de mujeres. Somos cuadros militantes políticos y sindicales. Nos parece que intercambiar experiencias y visibilizarnos y darnos una política interna, estratégica, de cómo vamos afrontando la perspectiva de género y el rol dentro de las organizaciones sindicales, fortalece a nuestra organización sindical y a cada gremio”.
El debate está dado. Nada es uniforme ni lineal. “Nosotras somos la CGT” dice la titular de SADOP y podría ser el título de la nota. Pero hay más. Siempre hay más y esa sumatoria enriquece la charla. “Tenemos una postura dentro de la Corriente. Se viene debatiendo, fijando posicionamiento político con respecto a lo que está pasando en el mundo laboral”.
Graciela Vidal, de SADOP, se acomoda los lentes. Hace una pausa. Piensa y afirma: “Con el avance de estos años hemos llegado a tener una presidente mujer, entonces porque no pensar en una futura conducción de la CGT a través de una mujer”. Desde la calle llegan sonidos licuados por la espesura de una ciudad apresurada por el transcurrir de un viernes. La entrevista ya no es una entrevista, es una de esas charlas donde se aprende.
“Una ambición que tenemos para el año próximo, en éste espacio que conduce Vanesa Siley, es poder generar, en la acción colectiva, poder intervenir en materia de política pública”, indica López.
Mara Fernándes, así con “s” final pide que se le escriba su apellido, se acomoda en la silla y refirma que el Encuentro, propiciado por la Corriente Federal de Trabajadores, es “un ámbito nacional, federal, por lo tanto, van a participar compañeras de muchísimos gremios. Se siguen sumando, así que van a venir de todo el país”. Esta afirmación alienta la idea de lo que puede generar el Movimiento Obrero argentino. Muchos siguen negándolo.
“Los que tenemos desde la Corriente, desde cada Secretario y Secretaria General es una apertura en cuanto al trabajo que podemos tener las mujeres en particular y éste mecanismo de construcción con una vista de género que va transversal a todo” señala la representante del Gremio de Curtidores, Cladia Lazzaro y añade contundente que “los compañeros varones acompañan a la par. Ni adelante, ni atrás, a la par”.
Lazzaro habla rápido y su decir es furtivo. “Nosotras empezamos a trabajar la cuestión de género y lo planteó nuestro Secretario General, Walter Correa. Lo planteó desde que tenemos que hacer participar a todas las compañeras”.
Éste Primer Encuentro de Mujeres Sindicalistas se concreta a partir de una decisión política y de necesidades objetivas dentro del Movimiento Obrero. “Es una construcción colectiva” , expresa Alejandra López y sostiene: “El proceso es dentro de las organizaciones sindicales. Es un proceso de lucha, independientemente del instrumento que utilicemos como encuentro. Sí, para todos, el estandarte es la organización y el Movimiento Obrero como la herramienta vertebral del mundo del trabajo”.
Para Graciela Vidal “éste primer encuentro es un punto de partida. Esto es, las mujeres de los sindicatos organizadas para aportar y para hacernos escuchar. Después de éste encuentro hay mucho para dar, mucho para hacer. Esto es un punto de partida”.
“Esto es algo que salió de forma horizontal del conjunto de las organizaciones para visibilizar a todas las compañeras que militamos y militan en los sindicatos. A mi me parece importante contarles a todos que no sólo es un mundo masculino. Somos muchas”, enfatiza Claudia Lazzaro y un coro singular y armónico afirma: “Vamos a ser muchas más”.
La charla llega a su fin. Es un pena. Seguramente hay mucho más pare decir y debatir. Pero eso queda para el Encuentro. El Movimiento Obrero no es cosa de hombres simplemente. Es una pluralidad social.