Por la Secretaría de DDHH
SADOP CABA
A 42 años del 24 de marzo de 1976, es apropiado recordar que en esa fecha, nuestro pueblo fue victima del Terrorismo de Estado que nos dejó luego de un perverso y sistemático plan de violación a los DDHH, un fuerte endeudamiento, pobreza y 30000 desaparecidos. La calificación precedente surge de las sentencias judiciales por las cuales fueron juzgados los protagonistas de las juntas militares de aquel nefasto Golpe cívico y militar, por lo que seguimos reclamando y exigiendo que se profundicen y extiendan los procesos a los protagonistas y cómplices civiles.
Para ser más claros y didácticos , el gobierno de facto surgido en esa fecha fatal , implementó una violencia política , que utilizaba , entre otros dispositivos los recursos del Estado para eliminar a los adversarios políticos a quienes llamó “subversivos" y a partir de ello , amedrentrar e inmovilizar a toda la población a través del terror . Insistimos , éstos hechos que resaltamos , fueron corroborados por la historia reciente y densos y serios fallos judiciales que invitamos se utilicen como fuentes de análisis , sobre todo, en momentos donde funcionarios de distintas carteras del actual gobierno relativizan y tergiversan en un repudiable negacionismo que debe encontrar una férrea oposición educativa en nuestras instituciones .
Dado ello, consideramos que nosotros como docentes tenemos un compromiso político ineludible con la memoria y el ejercicio ciudadano en nuestras comunidades. Para honrarlo, estamos convencidos que debemos promover y generar diferentes y plurales espacios de abordajes y debates, a los fines de rescatar la verdad y la justicia, proceso complejo de enseñanza y aprendizaje, que sin lugar a dudas nos enriquecerá como personas en el plano individual y como sociedad en el aspectos público .Estamos seguros que ello sucederá, porque al hacerlo, mejoramos la calidad e intensidad de nuestras instituciones políticas.
En cuanto al presente, nos preocupa el contexto regresivo que como sociedad estamos viviendo en materia de derechos humanos, donde coyunturalmente observamos con dolor, como se exteriorizan aspectos de la matriz político-económica del país instalada en aquel lamentable momento, matriz que fue profundizada y perfeccionada en los 90, desarticulada en gran medida en los 2000, pero que desde hace tres años pareciera vuelve a instalarse. Nos referimos a la apertura casi indiscriminada de la economía que pone en serio riesgo a cientos de miles de puestos de trabajo. La criminalización de la protesta que reprime y encarcela a dirigentes opositores a partir de dudosos procesos judiciales, donde las garantías procesales no están preservadas totalmente. Por otro lado, seguimos con preocupación y atención el grado de estancamiento e impunidad en los procesos judiciales para identificar y sancionar a los responsables de las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, que son, expresiones de la injusta situación en las que se encuentran aún los pueblos originarios. Otros hechos que nos traen reminiscencias lo constituyen el despego por la vida a la que estamos asistiendo con posturas policiales discrecionalmente punitivas producto del gatillo fácil .Esta es una de las tantas asignaturas pendientes desde el retorno democrático, pero en este último periodo se ha incrementado fuertemente como consecuencia de las ejecuciones a civiles en manos de las fuerzas de seguridad. Nos preocupa también, la situación de los más frágiles y vulnerables porque ha habido un significativo aumento de la pobreza que trepa al 30 % de compatriotas. Por último un hecho de alta significación para la memoria de nuestro pueblo fue la visita institucional de una delegación del FMI en un momento donde crece peligrosamente el endeudamiento de nuestro país.
Todo lo precedente nos genera imperativos ineludibles y como trabajadores docentes tenemos la responsabilidad de crecer en reflexión para poder guiar a nuestro alumnado por similar camino, abriendo espacios de análisis críticos en nuestros trabajos, con ellos y con pares, pero este año debemos sumar nuestro propio presente, esta Memoria se debe recuperar a la luz de un presente que espeja mucho de aquellos males, o bien que espeja aquel proceso oscuro que nunca debemos olvidar.
Como pueblo, frente a las secuelas de un genocidio que trae hasta nosotros marcas que aùn se sienten, hilachas que aún se muestran vivas, nos debemos MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA, con una fuerza renovada.
Ante a todo este contexto de retrocesos, este 24 de marzo, te invitamos a marchar como colectivo de trabajadores docentes, porque como tales, tenemos una responsabilidad particular en estos momentos. Te invitamos a marchar, denunciando la opresión, la injusticia y la desigualdad que el genocidio intentó imponer.
¡30.000 DETENIDOS-DESAPARECIDOS PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE!
Para finalizar, solo nos resta remarcar la importante labor pedagógica que como docentes nos debe comprometer en la custodia y enseñanza de los DDHH. Por todo ello, es que consideramos relevante y significativo recordar ésta fecha y no solo para que no pase inadvertida, sino y por sobre todas las cosas, para que su enseñanza nos siga honrando.