El paro Nacional anunciado para los próximos días coloca nuevamente al colectivo docente en el eje de una disputa que se pretende instalar mediáticamente, enfrentándolos con la comunidad Educativa en una postura confusa, que pivotea entre la reconsideración salarial y una mezquina manipulación a los mismos alumnos y sus familias.
La pretensión es desarticular el Espacio Paritario Nacional, no de una vez, no por un DNU , sino vaciándolo de su valor y sentido.
Esta instancia nos coloca frente a la necesidad de revisar (recordar) que implicancias tiene este espacio de dialogo y debate, que cuenta con una historia que debemos conocer y hacer pública.
Fue en el espacio paritario Nacional donde se conquisto la capacitación en Servicio, inicial y continua, para todos los docentes del país, de gestión estatal y privada; fundamentada en la Ley 20 206 y materializada en la resolución 188/12 que establece la responsabilidad del MINISTERIO DE EDUCACIÓN de LA NACIÓN y el CONSEJO FEDERAL DE EDUCACIÓN acordar las políticas y acciones de formación docente inicial y continua.
Esta medida fue instrumentada a través del programa “Nuestra Escuela” que se encuentra hoy con fecha de vencimiento, e impartido por profesionales de la Educación que desarrollan su tarea en Formación Docente; y que al día de hoy se desconoce por quien serán reemplazados. Es decir en manos de quien quedara la formación continua de todos los docentes de nuestro país.
Cuando hablamos de Paritarias en el espacio Nacional tenemos que saber que discutimos las condiciones de trabajo; igualdad de derechos para que se homologuen condiciones salariales en todo el territorio; y que esta conquista llevo su tiempo.
Cuando discutimos el Espacio Paritario, discutimos mucho más que porcentuales de aumento.
La comunidad tiene que conocer que allí se habla de la implementación de la Ley de Financiamiento educativo; que impacta directamente en garantizar la igualdad de oportunidades de acceso y culminación de los Trayectos Escolares en todos los niveles del sistema; estableciendo acciones, programas y actividades concretas.
El argumento mediático que escuchan las familias de nuestros alumnos es “La Paritaria Nacional no es necesaria, porque el Ministerio de Educación no tiene escuelas ni docentes a cargo”.
Verdad a medias.
Si el Ministerio de Educación Nacional no tiene escuelas hoy bajo su órbita, esto es producto del desguace de la Política Educativa implementada por el neoliberalismo del fines del siglo pasado; y que encuentra su reflejo en las intenciones de desguace que hoy denotan las mismas acciones del retiro de la presencia y cobertura del Estado como garante de acceso a la educación en todos los sectores de Argentina.
La presencia del Estado en las acciones políticas establecidas por ley, universaliza derechos y el alcance de cada medida, garantizando la cobertura donde está presente la vulnerabilidad como condición de vida.
En contrapartida a ese vaciamiento, la Ley 26206 (ley de Educación Nacional) estableció en su letra la Incorporación de la Dirección Nacional de Políticas Socio Educativas, que mantiene a su cargo la Coordinación de los programas de Coros y orquestas; Programas Socio Educativos Intersectoriales; Programas para la Inclusión y la Retención y la Dirección Nacional de Gestión Educativa que encuentra bajo su órbita las direcciones de Área de todos los Niveles Educativos; desde Inicial hasta Jóvenes y Adultos y además las Coordinaciones de Educación Rural; intercultural Bilingüe, Artística, Especial, educación en Contextos de Encierro y Hospitalaria/domiciliaria.
Desde allí cada área efectuaba programas ajustados a su competencia.- Por eso NO ES VERDAD que el Ministerio de Educación este VACIO, que no sea ARTIFICE del desarrollo de la Política Educativa Nacional.
Ningún medio puede contarle a los docentes como es su tarea de todos los días. Nadie puede explicitar las condiciones de trabajo en las que se desempeñan.
Cuando hablamos de Paritaria Nacional hablamos de un espacio Único en Latinoamérica, que fortalece el dialogo necesario.
No discutimos números, no hablamos de vacios porcentajes. Hablamos de quienes, del como.
Y hablamos de derechos conquistados que no vamos a permitir vulnerar.