Estamos creciendo. Nuestra sociedad se animó a gritar ¡Basta! luego de tantos gritos desesperados de mujeres que pidieron ayuda y no fueron escuchadas.
Somos responsables de llevar los gritos de las que ya no lo harán más, somos responsables de gritar NI UNA MENOS, para seguir siendo todas las que somos: madres, hermanas, esposas, hijas, amigas. NI UNA MENOS puede faltar. Debemos ser todas y en las mejores condiciones de bienestar y seguridad civil, social y cultural. Nosotras y nuestras familias.
Esta marcha, este grito simbólico condena prácticas arcaicas patriarcales, que llegaron aún a nuestros días, indemnes, reforzadas por los distintos modelos socio-culturales y político -económicos que atravesamos en la historia.
Gracias a la ley Ley 26.485 de protección de los derechos de las mujeres, la violencia de género dejó de ser vista desde muchos sectores como una cuestión intrafamiliar y pasó a ser una cuestión social, de DDHH, pasó a la calle, para que todos nos hagamos cargo.
Esta marcha profundiza el camino que comenzaron hace mucho tiempo, familiares y amigos valientes de mujeres asesinadas, pidiendo JUSTICIA, justicia profunda, preventiva, restitutiva, reparadora, la justicia más amplia y humana.
Como docentes tenemos el privilegio de ser los sembradores en esta sociedad. Somos facilitadores, promotores de los cambios sociales, por eso nuestra responsabilidad es tan grande y como tal no podemos dejar de acompañar un evento de esta envergadura.
Pero nuestra responsabilidad es profunda, cotidiana, en el aula. Que este día nos movilice más allá de la marcha, a trabajar a conciencia en nuestra aula sobre las cuestiones de género, en toda su diversidad, y de encuentro y respeto, modos superadores de todo tipo de violencia.
En consonancia con esta postura, compartimos que este 27 de mayo, las máximas autoridades de Educación de las 24 jurisdicciones del país, firmaron la resolución N° 253/15 del Consejo Federal de Educación (CFE) para el cumplimiento del artículo 11 de la Ley 26.485 de Protección Integral de la Mujer. También, en consonancia con la rúbrica, adhirieron a la campaña contra el femicidio “#NiUnaMenos”.
En esa reunión Alberto Sileoni destacó: “Queremos reforzar estas cuestiones que están presentes pero, evidentemente, se necesita que sean más trabajadas en las aulas. La escuela es la institución del Estado de más alta representatividad
territorial y es el ámbito en el cual los chicos pasan la mayor cantidad de
tiempo, por esa razón todos los temas deben ser abordados por la escuela”
A su vez, el Ministro indicó: “La problemática de género es un contenido pedagógico en las aulas. Las leyes por su sola vigencia no ordenan el mundo porque hay prejuicios milenarios que son difíciles de desterrar. Por eso, con la resolución que firmamos nos comprometemos a promover el tratamiento de esas situaciones que son tragedias sociales, y es necesario que la escuela también se ocupe de ellos”.
En esta línea el Secretario General de SADOP Mario Almirón sostiene: “Nos preocupa tanto la violencia que se ejerce sobre la mujer como otras formas de intimidación como la discriminación, el maltrato y la falta de igualdad. Desde el aula tenemos que tratar este tema con toda la seriedad que requiere. Alejarlo todo lo posible de la banalización que uno advierte cotidianamente en los medios
masivos de comunicación.”
Consejo Directivo SADOP CAPITAL
#NI UNA MENOS