El objetivo de la charla giró en torno a las posibilidades de acceso digital en la realidad inmediata de algunos barrios populares de la ciudad en el contexto sanitario actual. El encuentro representó, además, una oportunidad inédita que posibilitó SADOP CABA al vincular delegadxs y referentes de la organización sindical con autoridades parlamentarias.
El pasado jueves 27, un nuevo encuentro a distancia que reunió legisladores de la Ciudad de Buenos Aires, representantes de la conducción de SADOP CABA y trabajadorxs docentxs privados cuya labor territorial se desempeña en barrios populares, tuvo como principal objetivo relevar la realidad pedagógica de la comunidad educativa en esos lugares y, sobre todo, el alcance de la conectividad y las posibilidades de acceso remoto por parte de lxs alumnxs que a diario viven en barrios donde el entorno digital representa un verdadero obstáculo para garantizar la continuidad pedagógica a pesar del diagnóstico sesgado que a propósito de este tema viene realizando el Gobierno de la Ciudad.
El encuentro revisitó un carácter de importancia excluyente dado que en él confluyeron representantes del arco parlamentario porteño que pudieron acceder a un conocimiento de primera mano y por boca de sus propios protagonistas gracias a la tarea militante del conjunto del Consejo Directivo de SADOP CABA, quienes tendieron un verdadero puente de oro entre ambas partes a fin de que el relevamiento y los testimonios de los compañerxs delegadxs de los establecimientos educativos de los barrios populares de CABA llegara a oídos de los legisladores, saltando así el cerco informativo y el blindaje mediático que el gobierno de Rodríguez Larreta impone en torno a este tema tan sensible en el contexto sanitario actual.
La charla fue iniciada por Alejandra López, Secretaria General de SADOP CABA, quien refirió el encuentro como “un punto de partida más que de llegada ya que se trata de la construcción de una sinergia colectiva junto a los legisladores, la organización gremial y la suma de toda la comunidad educativa” para visibilizar así una problemática que el gobierno porteño se empeña en esconder.
Iniciado el encuentro, Martín Rosales, Secretario de Nivel Medio, Terciario y Academias de SADOP Ciudad de Buenos Aires, hizo especial hincapié en la necesidad de una generación de herramientas gremiales genuinas a fin de lograr la custodia de los derechos de lxs trabajadorxs en barrios populares a la vez que enfatizó el protagonismo del SADOP “en torno al conflicto que venía manteniendo con las autoridades educativas ministeriales y el consecuente logro en la inclusión de las escuelas de los barrios populares de gestión privada en el Plan Sarmiento”, destacando esa acción como una verdadera conquista. Dicho Plan supone mejorar la calidad educativa con igualdad de oportunidades y posibilidades, y favorecer la inclusión socioeducativa para quienes estén por él alcanzados; ello redunda en la provisión de equipamiento, soporte técnico y mantenimiento y demás aprestamientos para lograr satisfacer las demandas de alfabetización digital.
Por su partre, Javier Mauad, Secretario de Comunicación y Prensa, destacó particularmente la riqueza del encuentro, en el que “están representados un sector muy especial de lxs trabajadorxs de gestión privada, representantes de los barrios populares quienes encarnan el verdadero sentido liberador de todo acto educativo” para dar paso así al testimonio de todos lxs representantes y delegadxs de establecimientos educativos de gestión privada para que presten testimonio sobre la realidad cotidiana que como trabajadorxs viven en el territorio durante el contexto de aislamiento preventivo, social y obligatorio que prescribe la situación pandémica actual.
La primer delegada que tomó la palabra para manifestar la realidad que enfrenta el establecimiento educativo en el que desarrolla sus actividades fue Johanna Ramos del Colegio Fillie Dei de la Villa 31 de Retiro. A pesar de que, según refirió la propia delegada, esta escuela ya se encontraba incluida en el denominado Plan Sarmiento, “el Gobierno de la Ciudad dejó de realizar la correspondiente entrega de computadoras”. De acuerdo a su propio relevamiento en cuanto a las posibilidades de conectividad de lxs alumnxs, Ramos aseguró que “desde el inicio de la pandemia, el 50% de lxs pibxs dejaron de entablar contacto con lxs profesorxs”. A propósito de este alarmante porcentaje, la Secretaria de Relaciones Institucionales, Cristina Núñez, quien fuera Secretaria Gremial por más de un decenio en la organización sindical, alertó sobre la necesidad de que exista “un trabajo de campo más fidedigno por parte de lxs legisladorxs sobre la realidad digital de las escuelas pertenecientes a los barrios populares”.
A su turno, María José Nogueira del Colegio Nuestra Señora de Pompeya, delineó la realidad de este establecimiento que, si bien perteneciente al ámbito porteño, la mayoría de su población escolar pertenece a la Provincia de Buenos Aires y a la Villa 2124. A partir de esta sucinta pero categórica descripción, Nogueira relevó que “de los 600 alumnxs repartidos entre ambos turnos, el 60% carece de conexión; más específicamente, si se toma como ejemplo un solo curso, de veintinueve chicxs que lo integran, lxs profesorxs reciben a diario actividades sólo de diez”.
Mariana Ravallo, referente del Instituto Caacupé de la Villa 21 del barrio de Barracas y en consonancia con la realidad de los otros establecimientos, reveló que “del total de los 152 alumnxs del turno tarde, 120 de ellos intentan acceder a las clases por medio del uso de tarjetas telefónicas a través de su propio celular, con toda la precariedad que ello supone, mientras que otros abandonaron todo contacto posible; de esta población, asimismo, el 95% utiliza un dispositivo móvil mientras que sólo el 5% establece conexión a partir de una computadora.”
A su turno, Juan Cordeiro, referente del Instituto Madre del Pueblo del barrio Ricciardelli de la Villa 1/11/14, destacó el trabajo militante conjunto, tanto de las autoridades como especialmente de lxs trabajadorxs para lograr que, “de un total de 120 chicxs en el nivel primario, pueda mantenerse una conexión estable con el 90% del alumnado, una verdadera conquista, aunque la continuidad pedagógica diaria sólo es seguida por la mitad de esa población”.
Federico Ojeda, referente del Colegio Virgen Inmaculada del barrio Ramón Carrillo, destacó la necesidad de “aprovechar la acción política de lxs compañerxs comunerxs de las Comunas 4 y 5 para otorgarle mayor fuerza al reclamo desde lo territorial y propender de esta forma a la realización de un plan integral que vaya más allá de las diferentes gestiones políticas de turno para lograr que el trabajo de base se convierta en una herramienta legislativa que propicie un determinado cambio”.
Para realizar una síntesis en la ronda de diagnósticos y relevamientos, el Secretario Gremial de SADOP Ciudad de Buenos Aires, Marcelo Aguilar, advirtió que la Dirección General de Escuelas de Gestión Privada (DGEGP) “no deja de ser una repartición del Ministerio de Educación porteño a cargo de Soledad Acuña, que a su vez pertenece a la gestión de Rodríguez Larreta, quienes harán lo políticamente a su alcance a fin de esconder la realidad de lo que ocurre en los barrios populares”. En un enfoque que colocó en el centro de esta problemática educativa particular a lxs niñxs, Aguilar advirtió que “ellos reciben una discriminación de tipo negativa por su pertenencia a un barrio popular y asimismo una discriminación de tipo positiva porque sus padres han tomado la decisión de que se educasen en establecimientos de gestión privada” hecho que provoca que lxs alumnxs queden atenazados en una realidad de la que son los primeros afectados.
Retomando la conquista que supuso integrar escuelas de gestión privada de barrios populares al denominado Plan Sarmiento, Aguilar destacó que “la acción gremial visibilizó una determinada problemática educativa, que fue formalmente traslada a la DGEGP, hecho que provocó que por primera vez haya un reconocimiento fehaciente por medio de una resolución ministerial que establece que tanto lxs alumnxs de gestión estatal como privada que residan en barrios populares tendrán derecho a acceder a un equipo de computación y tener así conectividad”:
Para su turno, los legisladores retomaron los diagnósticos que los distintos delegadxs realizaron de su propia cotidianeidad educativa para, a su vez, dar su definición política acerca de esta realidad, de la que ninguno se manifestó ajenx ya que cada uno de sus análisis estaba efectivamente a tono y en línea directa con los testimonios de lxs cuadros políticos de SADOP.
María Bielli, Legisladora porteña del Frente de Todos, reparó sobre la desconexión alarmante entre el análisis asertivo que habían realizado lxs referentes y delegadxs y el relato del gobierno porteño, hecho que va en consonancia con “la contradicción manifiesta entre los protocolos que en el presente contexto de pandemia presentaron las autoridades ministeriales de educación porteña a cargo de la Ministra Soledad Acuña acerca de cómo garantizar la conectividad de lxs pibxs y el rechazo rotundo que de esa presentación realizó el gobierno nacional” y en donde se detectaron inconsistencias tanto en términos sanitarios como pedagógicos que pretendían dar la espalda a una supuesta vuelta a clases con garantías y preservación de la salud, tanto para el universo de lxs alumnxs como de lxs trabajadorxs de la educación porteña.
Carlos Rico Alcázar, asesor en representación de la legisladora Lorena Pokoik García, señaló como un enorme déficit tanto la ausencia de una Ley de Educación porteña como una específica que regule la enseñanza privada, al contrario de lo que sucede en otras jurisdicciones nacionales. En una perspectiva más local, Rico Alcázar aseguró que “en barrios como Barracas y Soldati hay muchos pibxs a los que se les dificulta el acceso, por lo que necesitan una alternativa que el GCBA no está garantizando”. En una interpretación global de las problemáticas que atraviesa la educación porteña en términos de exclusión, falta de matrícula o aportes, el asesor parlamentario observó que “se debe legislar desde políticas socioeducativas y no a partir de una categorización entre gestión pública o privada; en este sentido, debe integrarse la mirada sobre el protagonismo de lxs trabajadorxs de la educación dentro del sistema tendiendo hacia una mayor integración”.
El cierre político, a cargo de la legisladora Bielli, alentó a incorporar a la educación popular de gestión social en el sistema educativo, “hecho que hoy se encuentra desestimado por las autoridades gubernamentales porteñas y al que debe otorgarse la institucionalidad necesaria como para que sea considerado como una garantía de derecho”.
Para concluir la charla, Alejandra López incentivó a que encuentros de esta naturaleza se produzcan más a menudo, ya que según la propia Secretaria General “debe existir una apuesta a la construcción colectiva de toda la comunidad educativa junto con los gremios de la educación, tanto los específicos como aquellos hermanos, debido a que las políticas públicas de exclusión del gobierno neoliberal porteño incumbe a toda la comunidad sin excepción”. En este sentido, López incentivó a generar “estrategias propias de relevamiento educativo durante el contexto de pandemia para impedir que la gestión de Larreta no haga en su relato un todo a partir de una parte del sistema que no se condice en absoluto con la realidad territorial”.