Nunca quisimos dejar las aulas. Siempre queremos volver
Estas premisas tan sencillas, tan claras y sin ningún trasfondo rebuscado están siempre presentes en el espíritu de lxs docentes. Anuncios anticipados, premisas provocadoras y la amplificación hasta el infinito de estos mensajes en los medios masivos de comunicación y las redes sociales nos colocan hoy en el incómodo lugar de tener que
aclarar a cada paso nuestra posición respecto de la vuelta presencial a las clases.
Durante la mayor parte del ciclo 2020 las clases se dieron bajo la modalidad virtual.
Docentes,alumnxs, equipos directivos y familias nos abocamos a la inédita situación escolar que se nos planteaba para poder seguir adelante con el proceso de enseñar y aprender. Y lo llevamos adelante. Con algunos o muchos problemas de conectividad, con las adaptaciones necesarias, en horarios inverosímiles. Ninguno de los actores mencionados
dudó en ningún momento que la presencialidad es irreemplazable, pero también entendimos cuál era el orden de prioridades, y el cuidado de la salud y la vida de toda la comunidad educativa siempre estuvo en primer lugar.
Como todxs sabemos, la situación epidemiológica es cambiante en tiempo y en territorios, y hoy las condiciones son diferentes. Tenemos más conocimientos respecto de las formas de prevención del contagio y estamos en el comienzo de una campaña de vacunación. Si bien la Ciudad de Buenos Aires ha comenzado el año con un ascenso en los casos de Covid, nos encontramos ahora en una meseta (alta, pero meseta al fin) que da
lugar a la discusión de los actores involucrados en el proceso educativo sobre la forma de llevar adelante la modalidad presencial para el ciclo lectivo 2021 en las mejores condiciones sanitarias posibles.
Desde Sadop CABA, queremos que alumnxs, docentes y familias vuelvan a
escuelas seguras, no con miedo. Sabiendo cómo actuar en términos de cuidado y cumplimiento de los protocolos, no con incertidumbre. Teniendo garantizado los elementos de protección personal y la higiene del ámbito de trabajo escolar, no con la discusión por los mismos al llegar a la escuela, jardín o instituto de formación. Para eso se necesita diálogo,
planeamiento conjunto, decisiones consensuadas. En ningún momento esperamos que desde el gobierno de la ciudad de Buenos Aires se nos “pidiera permiso” para establecer el calendario escolar como trascendió de la boca de la ministra de educación porteña. Sólo pretendemos que las condiciones de la vuelta sean claras y en condiciones que no pongan
en riesgo la salud de la comunidad educativa. Porque si hay algo que tenemos claro lxs docentes, es que nuestro enemigo común es el virus y no lxs docentes y sus representantes. Queremos que se cumplan las resoluciones del CFE aprobadas durante todo el 2020 en relación a la situación de pandemia (en particular lo relacionado a la infraestructura escolar) y que se cumplan los acuerdos discutidos en las mesas de
negociación de condiciones laborales y de medio ambiente de trabajo que propician una condición activa de los docentes en el monitoreo del cumplimiento del protocolo en los lugares de trabajo. En este contexto de vuelta a la presencialidad también cobra importancia el papel de las y los dueños de los establecimientos escolares de gestión privada, garantizando la provisión de los elementos necesarios, la higiene del establecimiento y la
cantidad de personal necesario (docente y no docente) para llevar adelante las distintas tareas, y sobre todo, que los protocolos sean un marco regulatorio claro y posible por el cual podamos definir nuestro accionar dentro de las escuelas.
Las escuelas son nuestro lugar de trabajo. Allí enseñamos, allí aprendemos, allí circulan los saberes de todxs lxs que la habitamos. Cómo no vamos a querer volver.
Equipo de Educación
SADOP- CABA