Estamos concluyendo un año muy productivo, en el que la organización consolida su crecimiento cuantitativo y cualitativo. Ante esto, todos tenemos que estar orgullosos de lo que hemos avanzado. Nos encontramos en un camino irreversible hacia la conquista de derechos, los hechos objetivos así lo evidencian. Por ejemplo, en el marco de la Comisión Negociadora de la Educación Privada, hemos celebrado nuestro primer gran acuerdo, si se quiere, las primeras disposiciones de nuestro futuro convenio. Allí, quedó expresado de manera inequívoca la definición de figuras jurídicas como: Trabajo, Empleador y Trabajador de la Enseñanza Privada, lo que impedirá incorrectos y desfavorables encuadres.
Otro aspecto en aquel sentido lo constituyó la obligación indelegable por parte de las autoridades públicas de financiar el sistema. Del mismo modo que hace insoslayable el deber patronal de abonar los salarios en tiempo y forma, independientemente de las remisiones de partidas presupuestarias. Por último, el acuerdo ratificó el principio legal de indeterminación del plazo en las contrataciones, demoliendo de esa forma distintas “argucias” legales de algunos empleadores inescrupulosos. La resolución es clara, forma parte de nuestro activo, es obligatoria y la vamos a hacer cumplir.
Otro acontecimiento que abona nuestra percepción de avance, se configura en las numerosas representaciones institucionales, que en este último periodo se duplicaron, a través de la elección de delegados en todos los niveles educativos del sistema. Somos conscientes que donde hay delegados, está SADOP y que de esa manera, las condiciones generales de trabajo de nuestros colegas y compañeros se mejoran sustancialmente. De todos modos, no nos conformamos, queremos continuar por este camino, concientizando, afiliando y eligiendo delegados porque todavía existen serios obstáculos para lograr la plena justicia. Pero insisto, estamos transitando por el buen camino, construyendo un sindicato más comprometido y solidario con la situación de nuestro colectivo.
El último tema en cuestión está referido al nivel universitario, en el que protagonizamos un hecho de profunda significancia política y simbólica, que se suma al arduo trabajo que venimos desarrollando con nuestros cuerpos de delegados en cada establecimiento educativo. Nos referimos al primer Convenio Colectivo de Trabajo para el sector.
SADOP celebró junto a la UMET, Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo, el primer convenio colectivo laboral de carácter institucional. A partir del mismo, todos sus docentes contarán con un marco normativo que regula su trabajo y profesión. No es objeto de esta nota realizar análisis técnicos sobre el particular, pero sí, compartir algunos principios rectores del mismo porque seguramente moldearán las futuras negociaciones generales con el nivel de educación superior. Destacamos, entre otros aspectos, el reconocimiento y legitimidad de representación al SADOP; el respeto a los derechos laborales esenciales ya presentes en normativas laborales; la relación de empleo por plazo indeterminado, esto implica la anualización o semestralización según características de los planes de estudios específicos; la estabilidad laboral. A todo ello hay que sumarle las particulares condiciones de ingreso y carrera docente a través de un verdadero y ecuánime concurso de antecedentes y oposición; la formación continua, gratuita y en servicio y las mejoras en los períodos y plazos previstos para las licencias ordinarias y extraordinarias. Por último destacamos por el alto valor social que tiene, no solo para el docente, sino también para su grupo familiar, la garantizada cobertura de salud a través del sistema solidario, lo anterior no es taxativo sino ilustrativo. Por ello, comprendemos absolutamente que cada afiliación, cada elección de delegados, cada negociación directa, cada acción gremial que denuncia incumplimientos legales y arbitrariedades institucionales, en principio nos fortalece y legitima ante nuestro colectivo, pero especialmente, nos acerca al gran objetivo institucional de lograr nuestro Convenio Colectivo de Trabajo.
Insistimos, todavía quedan muchas asignaturas pendientes, pero la mejora institucional es inocultable. Por ello, sigamos caminando juntos en este trayecto de inexorables mejoras y reivindicaciones.