Mi nombre es Mariela Liberali y trabajo en el instituto River Plate como docente de nivel inicial. En 2010, con un grupo de docentes nos afiliamos a SADOP, ya que había algunas cuestiones que reclamábamos desde hacía tiempo pero no teníamos respaldo alguno. El año pasado Javier Bustos Haydar, preceptor de nivel secundario, se postuló para delegado y sin lugar a dudas fuimos a votar. El compañero resultó electo y comenzaron a llover las dudas, consultas y reclamos. Él sólo no daba abasto con todo y nos propuso a Silvia Aristimuño, la bibliotecaria de la institución, y a mí, postularnos para acompañar su gestión. Al principio no estaba muy convencida ya que tengo dos hijos chicos, y no estaba segura de poder dedicarle el tiempo que este puesto necesitaba. Eran muchas obligaciones con las que lidiaba como para agregarle otra: la planificación, los informes, la carpeta didáctica, mis alumnos, los padres, mi familia, sin embargo, paradójicamente, por todos ellos es que decidí postularme. Con mucha ansiedad realizamos la campaña, y afortunadamente muchos docentes del colegio de todos los niveles nos apoyaron con su voto.
Junto a Silvia nos sumamos al trabajo que estaba realizando Javier, formamos así un cuerpo de delegados. Fue un desafío para todos, para nosotros comenzar a trabajar en equipo y encontrar nuestro lugar dentro del colegio, para las autoridades del instituto, reconocernos como delegados y comenzar a entablar un dialogo donde la negociación es lo esencial. No fue fácil, pero todos hicimos un esfuerzo y actualmente tenemos mesas de dialogo donde trabajamos sobre los temas de agenda, confeccionada por los delegados en función de las dudas que nos acercan nuestros representados. Entre nosotros acordamos y dividimos las tareas, si bien al trabajar en el jardín tengo más aceitadas las problemáticas del nivel inicial, no significa que solo represente a esas docentes. Creamos una cuenta de correo electrónico, donde centralizamos los reclamos, damos información y también respondemos las diferentes inquietudes.
Sí, es cierto que me lleva mucho tiempo, sí es cierto que a veces me pregunto si vale la pena… y la verdad es que me respondo que sí, que vale la pena. Porque creo que con unión y organización se pueden obtener mayores resultados y beneficios. Hoy, a algunos meses de haber asumido esta responsabilidad, creo que siempre hay algo para mejorar, que no hay que descuidar a la familia, el trabajo y a los compañeros. Aún queda mucho camino por recorrer, sigo adelante y voy por más.