El contundente paro nacional dejó algunas enseñanzas. Los trabajadores organizados manifestaron, a través de una medida de fuerza, el descontento social producto de las políticas económicas neoliberales que está llevando adelante la actual administración nacional. Pero también demostraron que son una pieza clave en el andamiaje productivo: generan 29 mil millones de pesos diarios. A pesar del dato, el Gobierno se empecina en atacar a la clase obrera, considerarlos un simple costo, y los empresarios en presionar a los laburantes que se suman a las medidas de fuerzas.
A pesar de la alta adhesión de los docentes privados al paro nacional, que en esta ocasión alcanzó el 98 por ciento, los educadores debieron padecer constantes presiones de los dueños de los colegios para que asistan a dar clases. Sin respetar el derecho a huelga, y con la amenaza de destitución y sanciones, los patrones recurrieron a sus métodos históricos como la amenaza de despido y la sanción económica sobre el trabajador.
El Sindicato reitera su voluntad de diálogo, instrumento esencial para llegar acuerdos y mejorar la vida de los docentes privados. Sin embargo, en las reuniones sectoriales que está llevando adelante el Gobierno, no figura la educación. De esta manera, queda en evidencia que el tan mentado diálogo es una pantalla para imponer un proyecto de país que excluye a la enseñanza.
SADOP reitera el pedido para que el Gobierno llame a las cámaras empresarias de la educación privada y al Sindicato para dialogar un convenio colectivo de trabajo. Asimismo, exige que se vuelva a llamar a la Paritaria Federal Docente para debatir condiciones laborales, calidad educativa y un salario de referencia para todo el país.